Par Virginie Boutin et François Kaisin
Un nuevo país llamado « Cloud »
Durante una conversación en Morena Coaching International, hablamos de los diferentes países en los que operamos y donde estamos llegando… En una palabra hablábamos del “territorio”. Y entonces, de repente, alguien dijo: “También debemos estar presentes en el Cloud!”
¿Qué es el Cloud? Esto no es un país en sí, pero sí es un espacio-tiempo, donde se juegan hoy muchas interacciones. Microsoft define su cloud de la siguiente manera: “El Cloud transforma los flujos de datos en informaciones estratégicas. Le permite gestionar proyectos sin precedentes. Transforma tus empleados en equipo conectado. Se adapta rápidamente a sus necesidades …”
Hablamos aquí de la desmaterialización de los espacios de trabajo, de reunirse brindando con un café a través de la pantalla o de nunca dudar de tener la versión más reciente de un documento.
No estar donde trabajamos y trabajar donde estamos
Trabajar en equipo y sin estar juntos físicamente es un desafío, pero no insuperable en realidad, si aplicamos las buenas prácticas de un trabajo grupal. Digamos que lo que falta (inclusión, preparación, retroalimentación…) que es generalmente compensado por horas de reuniones presenciales, resultan redhibitorio en el país del Cloud. Lo que está en juego es la adaptación de las relaciones humanas y de la complejidad de los fenómenos relacionales. Está claro que más allá de los intercambios, es compartir contexto, afinidades, valores, desafíos… que sustentan comunidades. Cuando las paredes vuelan se necesitan ideas y deseos para que los equipos colaboren.
¿Entonces el cloud es un freno o una oportunidad? ¿Y si fueran ambos?
¿Es el cloud un lobo feroz?
“Es el Gran Hermano”, “el calor humano que se pierde”, “Demasiada información mata a la información”, “Entre los tweets y mensajes de correo electrónico, nunca hay una verdadera conversación”, “Nuestros teléfonos nos lavaron el cerebro”… Sí, la cloudización provoca resistencia en nosotros. ¿Y después? ¿Sufrimos o elegimos? ¿Lo asumimos o lo utilizamos para proyectos exitosos? ¿Dejamos que nos inunde el flujo de datos (el “big data”), o nos preparamos y zarpamos? ¿Nos volvemos adictos irritados, o tomamos el control y creamos espacios-tiempo privilegiados donde cada uno da lo mejor de sí?
Entonces, como es que funciona esto?
Testimonio de un coach profesional de nuestra red Morena:
“Si he convenido una sesión de Skype a las 13:00, me voy a organizar para poder estar sentado frente a mi pantalla a las 12:45 y tengo mi pequeña rutina, me tomo el tiempo para sentirme bien, un vaso de agua a la mano, me aseguro de no ser interrumpido, hago 3 minutos de respiración – relajación para limpiar mi mente, una higiene mental para recibir lo que vendrá, me aseguro de estar presente y disponible. La calma y ninguna acción antes de mi reunión con mi cliente son momentos privilegiados para prepararse.”
Esto es diferente de una reunión IRL (In Real Life, en présentiel), donde estos instantes van a estar desplazándose, interactuando … Lo que también es interesante y rico, pero diferente.
Testimonio de Alexander, jefe de una gran empresa de subcontratación para un cliente global:
“Pensé que con 4 reuniones por videoconferencia de una hora por día, de media, con diez participantes cada vez, cada persona representando un país, cubro cerca de 40 países por día en 4 continentes. Mi equipo está en contacto con cada uno de ellos 3 veces al mes. Desde que funciono así, me tomo una hora al día, apago todo y me pongo en modo creativo y estratégico. El resto del tiempo preparo mis informes y reviso mis contratos. Y … sí, viajo 1 o 2 veces al año, me encuentro con estas personas cara a cara, porque sí, es importante un apretón de manos regularmente.”
Así que, antes de la existencia del cloud … ¿cuánto costaba, cuanto tiempo tomaba tratar de tener el mismo impacto? ¿Qué dispositivo no virtual nos permitiría lograr eso?
Testimonio de María, gerente de proyectos, quien fue el anfitrión el día antes de una reunión de equipo a través de una videoconferencia:
“Durante una hora hubo 4 cortes en la red; necesariamente mi resumen de reunión fue más corto … bueno entre cada corte, fuimos directo al grano, nos concentramos, nos adaptamos, lo hicimos con lo que estaba a nuestro alcance, nos activamos, tuvimos menos tiempo, hicimos más con menos, vimos que nos entendíamos, que podíamos hacer frente a este problema técnico. Y esta mañana le agradecí al equipo por esta exitosa reunión, más aún con los cortes de internet, y sobre todo, les pregunté cómo los experimentaron. Espero sus respuestas. La clave para mí es dejar de actuar como si nada hubiera cambiado … “
Sí, el transporte, las comunicaciones, las formas de trabajar han cambiado y es genial si sacamos provecho de esto “oficialmente”, en lugar de negarlo…
Y usted, ¿cómo navega por el cloud con los pies en tierra?
Cloud: El National Institue of Standards and Technology (NIST) da una definición que se cita a menudo como una referencia en el ámbito de la informática: “La informática en cloud es una nueva forma de entregar los recursos informáticos, no es una nueva la tecnología. “
Es un modelo que se caracteriza por:
- Un libre acceso a recursos. El usuario selecciona la potencia directamente, o el espacio, o el tiempo… o cualquier otro recurso utilizado
- Un acceso no discriminatorio: los recursos y los servicios son accesibles para todo tipo de plataformas, teléfono inteligente, ordenador, control de voz … y, por supuesto, en cualquier momento y en cualquier lugar conectado
- Un uso común de los recursos: energía, espacio, capacidad… son compartidas por los clientes o los servicios por separado a un nivel lógico. Cada cliente o servicio no conoce a los otros usuarios, pero saca provecho de una economía de escala, gracias a esta puesta en común
- Una”elasticidad rápida”: las capacidades ofrecidas pueden aumentar rápidamente o disminuir en función de las necesidades
- Un servicio medido continuamente: el uso de los recursos es monitoreado permanentemente para la facturación fina y la transparencia; en una palabra, solo pagamos lo que consumimos.
